Dior Salve a la Reina! (parte I)


De chico, él nunca entendió la fascinación por ser princesa cuando se podía soñar con ser reina. Las metas que nos ponemos de chicos suelen ser siempre aquellas que mas felices nos hacen de grandes. Y esta no era la excepción.




Si sos un plebeyo, necesitas dos cosas para ser reina: un rey y un pueblo que reinar. La Era Braganza transitaba su apogeo: los rendez-vous manaban completando las cuadrillas en la agenda mientras los asistentes se encontraban en su mejor estado: soltería, estano y Abercrombie se conjugaban creando el escenario perfecto para la proclamación de una soberana. Solo faltaba el rey.



No hay comentarios:

Publicar un comentario